Cloroplastos
Por
el Ing. Agr. Carlos A. González
Los cloroplastos son orgánulos aún mayores y se
encuentran en las células de plantas y algas, pero no en las de animales y
hongos. Su estructura es aún más compleja que la mitocondrial: además de las
dos membranas de la envoltura, tienen numerosos sacos internos formados por
membrana que encierran el pigmento verde llamado clorofila. Desde el
punto de vista de la vida terrestre, los cloroplastos desempeñan una función
aún más esencial que la de las mitocondrias: en ellos ocurre la fotosíntesis; esta función
consiste en utilizar la energía de la luz solar para activar la síntesis de
moléculas de carbono pequeñas y ricas en energía, y va acompañado de liberación
de oxígeno. Los cloroplastos producen tanto las moléculas nutritivas como el
oxígeno que utilizan las mitocondrias.
Estructura del cloroplasto:
Los cloroplastos son orgánulos con forma de
disco, de entre 4 y 6 m de diámetro y 10 m o más de longitud. Aparecen en
mayor cantidad en las células de las hojas, lugar en el cual parece que
pueden orientarse hacia la luz. Es posible que en una célula haya entre
cuarenta y cincuenta cloroplastos, y en cada milímetro cuadrado de la
superficie de la hoja hay 500.000 cloroplastos. Cada cloroplasto está
recubierto por una membrana doble. El cloroplasto contiene en su interior una
sustancia básica denominada estroma, la cual
está atravesada por una red compleja de discos conectados entre sí, llamados lamelas. Muchas de
las lamelas se encuentran apiladas como si fueran platillos; a estas pilas se
les llama grana. |
Las moléculas de clorofila, que absorben
luz para llevar a cabo la fotosíntesis, están unidas a las lamelas. La energía
luminosa capturada por la clorofila es convertida en adenosin-trifosfato
(ATP) y moléculas
reductoras (NADPH) mediante una serie de reacciones
químicas que tienen lugar en los grana. Los cloroplastos también contienen
gránulos pequeños de almidón donde se almacenan los productos de la
fotosíntesis de forma temporal.
En las plantas, los cloroplastos se
desarrollan en presencia de luz, a partir de unos orgánulos pequeños e
incoloros que se llaman proplastos. A medida
que las células se dividen en las zonas en que la planta está creciendo, los
proplastos que están en su interior también se dividen
por fisión.
De este modo, las células hijas tienen la capacidad de producir cloroplastos. |
Cloroplastos visto con microscopio óptico |
En las algas, los cloroplastos se dividen directamente,
sin necesidad de desarrollarse a partir de proplastos. La capacidad que tienen
los cloroplastos para reproducirse a sí mismos, y su estrecha similitud, con
independencia del tipo de célula en que se encuentren, sugieren que estos
orgánulos fueron alguna vez organismos autónomos que establecieron una simbiosis en la que la
célula vegetal era el huésped.