Descubren que ciertos tipos de cáncer pueden desactivar el ADN de las células sanas

 

Científicos australianos y españoles observaron, en casos de cáncer de colon, que determinados tumores reemplazan a los genes buenos por copias enfermas.


Un equipo de científicos australianos y españoles ha demostrado que las células cancerígenas pueden desactivar zonas de ADN  e incrementar así su capacidad destructiva, explicó hoy a EFE la directora del proyecto en Sydney, Susan Clark.

Clark, del Instituto Garvan de Sydney, dirigió junto con el español Miguel A. Peinado, del Hospital Duran i Reinals de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la tesis doctoral de Jordi Frigola, quien investigó en Australia esa teoría publicada en la revista "Nature Genetics".

"Hasta ahora se creía que genes individuales que evitan el crecimiento de los tumores podían ser desactivados por células cancerígenas, pero ahora sabemos que en el caso del cáncer de colon, todos los genes que se encuentran en una misma zona son desactivados por las células cancerígenas, y ello les da a estas células mucho más poder del que se creía", explicó Clark.

Este fenómeno de desactivación de los genes es llamado por los científicos epigenética, y uno de los procesos por el que se produce es la metilación, que afecta a todos los genes que se encuentran en la zona, conocidas como suburbios, provocando que muten y sean silenciados o enmudecidos.

Lo que han descubierto los científicos es que los genes que no se han sometido a la metilación y que residen en un suburbio cercano a genes que si han sufrido ese proceso también son silenciados.

"Si lo simplificamos mucho, podríamos decir que los genes buenos, los que evitan el crecimiento de los tumores, son presionados por los genes malos, los que hacen que crezcan los tumores, y acaban comportándose todos como genes malos", añadió Clark.

El equipo creó un nuevo método para escanear el complemento entero de los más de 30.000 genes, el genoma entero, de muestras de tejido de cáncer, lo que les permitió identificar los cambios ocurridos en partes específicas del genoma.

Según Clark, al entender mejor el comportamiento de las células cancerígenas será más fácil detectar el cáncer de colon y mejorar su tratamiento, sin descartar las aplicaciones a otros tipos de cáncer como el de próstata o el de mama.

"Se están probando nuevas medicinas que lo que hacen es volver a activar los genes que fueron desactivados por las células cancerígenas, así que ahora podrán ser modificadas para una mayor efectividad haciendo que actúen en toda la zona de ADN afectada, y no únicamente sobre los genes individuales", señaló la experta.