Armando un preparado

 

En primer lugar tenemos que tener en cuenta que hay dos tipos de preparados:

 Preparados frescos: el que hacemos en el momento. El problema de estos preparados es que se deshidratan rápidamente y se arruinan.

 Preparados fijos: los que se hacen en un momento determinado y, como su nombre lo indica, se "fijan" al portaobjetos para ser observado en cualquier otro momento. No todos las células o tejidos pueden ser fijados pero, cuando puede hacerse (y cuando tiene sentido), tiene la ventaja de que no se deterioran con el tiempo.

Durante el TP Nº 1 vamos a realizar un preparado fresco.

Las etapas para hacerlo son muy simples. Veamos el ejemplo del preparado de células de tomate:

1. Cortamos el tomate al medio con un cuchillo limpio (o un bisturí)

4. Colocamos la muestra sobre el portaobjetos y agregamos una gota de agua para evitar que las células se deshidraten

2. Tomamos un portaobjetos y limpiamos su superficie con un algodón con alcohol

5. Apoyamos el cubreobjetos sobre la muestra y presionamos firmemente con los pulgares para evitar que queden burbujas de aire atrapadas entre los vidrios.

3. Con el extremo del bisturí raspamos la pulpa del tomate (¡ojo! no raspen cerca de las semillas). Esa cantidad de tejido (muy poquitito en realidad) es nuestra "muestra".

6. ¡Ya está! Ahora sólo queda llevar el preparado al microscopio y observar con cuidado.

 

El procedimiento para realizar el preparado de las células de epitelio bucal (células animales) es el mismo que acabás de leer pero en lugar de agregar una gota de agua vamos a colocar una gotita de Azul de Metileno, un colorante que nos permite ver -teñidas de azul- estas células que son casi transparentes.

 

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